Felicitaciones navideñas y tal.
Lamentando profundamente el retraso (en Inglaterra todo cierra tanto el 25 como el 26, incluyendo los cibercafeses), deseo unas felices fiestas a todos los que entran de vez en cuando por aquí.
No puedo menos que entonar el mea culpa por la tardanza en actualizar, pero el tiempo no me lo permite. No obstante, prometo hacer todo lo posible -y estas palabras no tienen nada que ver con la fecha en la que nos hallamos- por publicar un ladrillito antes que expire el año en cuyo inicio todo un país sodomizó a un presentador de televisión. Son varias las historias pendientes que tengo, además de presentar un informe del estado de las cosas por estos lares.
En cualquier caso, a muchos de vosotros tendré la oportunidad de veros en breve puesto que, como muchos ya sabéis, voy a pasar un par de semanas en casa a principios de enero. Espero que dichos encuentros se produzcan, a diferencia del que tendría que haberse producido a mediados de este mes con mi amigo Rafa, conocido en los ámbitos virtuales como Mostruo en tierras londinenses. Como muchos sabéis, el susodicho se desplazó a la capital británica a pasar unos días; habíamos acordado que yo me desplazaría hasta Londres durante su estancia, para lo que nos habríamos de poner en contacto por vía telefónica. Lamentablemente, el periplo británico de Rafa concluyó el 17 de diciembre, en contra de lo que mi memoria me dictaba ya que, de acuerdo con ésta, era ese día cuando llegaban. Puede que alguno se pregunte por qué no nos pusimos en contacto por teléfono como acordamos. Pues bien, el caso es que él lo hizo por medio de un mensaje que, debido a un error por mi parte (un cero que sólo ha de marcarse entre números ingleses y que olvidé omitir al darle mi teléfono), no recibí. De manera que el pobre Rafa estuvo acordándose del árbol genealógico del mamón que ni siquiera se dignaba a contestarle. Hasta que tuvo noticias mías estando ya en la cálida Málaga, y, por lo tanto, era demasiado tarde. Con lo que es ya la segunda persona (si es que al Boketa le podemos adjudicar semejante sustantivo puesto que, como todo el mundo sabe, su naturaleza tiene más que ver con la de Arnold Rimmer que con la de cualquiera de nosotros) que viene a Inglaterra -para más inri, el holograma llegó a visitar Bournemouth- a la que no veo por no poder localizarme; si bien, en la anterior ocasión, acaecida en mis primerísimos días aquí, no tuve responsabilidad alguna en el fallido desarrollo de la misma puesto que, según sospecho, fueron tanto él como su media naranja -probablemente sea más acertado definirla como su medio merengue- quienes, intuyo, olvidaron incluir el 0034 junto a mi número español.
Por lo tanto, si alguien tiene pensado hacerme una visita, a lo mejor le interesa pensárselo dos veces en vista de que tengo un gafe para las mismas digno del mismísimo Cochifrito (por cierto, ¿alguien tiene a mano el enlace en el que Showtime diseccionaba una a una las incumplidas profecías de Catalan?).
Me despido con el firme propósito de publicar un nuevo hilo a la mayor brevedad, ya que mi público no merece el ostracismo al que le tengo sometido.
Lamentando profundamente el retraso (en Inglaterra todo cierra tanto el 25 como el 26, incluyendo los cibercafeses), deseo unas felices fiestas a todos los que entran de vez en cuando por aquí.
No puedo menos que entonar el mea culpa por la tardanza en actualizar, pero el tiempo no me lo permite. No obstante, prometo hacer todo lo posible -y estas palabras no tienen nada que ver con la fecha en la que nos hallamos- por publicar un ladrillito antes que expire el año en cuyo inicio todo un país sodomizó a un presentador de televisión. Son varias las historias pendientes que tengo, además de presentar un informe del estado de las cosas por estos lares.
En cualquier caso, a muchos de vosotros tendré la oportunidad de veros en breve puesto que, como muchos ya sabéis, voy a pasar un par de semanas en casa a principios de enero. Espero que dichos encuentros se produzcan, a diferencia del que tendría que haberse producido a mediados de este mes con mi amigo Rafa, conocido en los ámbitos virtuales como Mostruo en tierras londinenses. Como muchos sabéis, el susodicho se desplazó a la capital británica a pasar unos días; habíamos acordado que yo me desplazaría hasta Londres durante su estancia, para lo que nos habríamos de poner en contacto por vía telefónica. Lamentablemente, el periplo británico de Rafa concluyó el 17 de diciembre, en contra de lo que mi memoria me dictaba ya que, de acuerdo con ésta, era ese día cuando llegaban. Puede que alguno se pregunte por qué no nos pusimos en contacto por teléfono como acordamos. Pues bien, el caso es que él lo hizo por medio de un mensaje que, debido a un error por mi parte (un cero que sólo ha de marcarse entre números ingleses y que olvidé omitir al darle mi teléfono), no recibí. De manera que el pobre Rafa estuvo acordándose del árbol genealógico del mamón que ni siquiera se dignaba a contestarle. Hasta que tuvo noticias mías estando ya en la cálida Málaga, y, por lo tanto, era demasiado tarde. Con lo que es ya la segunda persona (si es que al Boketa le podemos adjudicar semejante sustantivo puesto que, como todo el mundo sabe, su naturaleza tiene más que ver con la de Arnold Rimmer que con la de cualquiera de nosotros) que viene a Inglaterra -para más inri, el holograma llegó a visitar Bournemouth- a la que no veo por no poder localizarme; si bien, en la anterior ocasión, acaecida en mis primerísimos días aquí, no tuve responsabilidad alguna en el fallido desarrollo de la misma puesto que, según sospecho, fueron tanto él como su media naranja -probablemente sea más acertado definirla como su medio merengue- quienes, intuyo, olvidaron incluir el 0034 junto a mi número español.
Por lo tanto, si alguien tiene pensado hacerme una visita, a lo mejor le interesa pensárselo dos veces en vista de que tengo un gafe para las mismas digno del mismísimo Cochifrito (por cierto, ¿alguien tiene a mano el enlace en el que Showtime diseccionaba una a una las incumplidas profecías de Catalan?).
Me despido con el firme propósito de publicar un nuevo hilo a la mayor brevedad, ya que mi público no merece el ostracismo al que le tengo sometido.
5 Comments:
Vente pa España cuchufletas, que aki hay alcohol, drogas y las niñas son menos warrillas pero huelen mejor. Un saludo y feliz navidad.
Come back home
Si vienes llama que nos invites a unos follalibres freskitos!!!!
Feliz año nuevo Mastro, ahora que andas por el sol saluda de mi parte a ese Merengón...y a su Naranja, tremendo el documento gráfico...;)
Un beso.
Mi más cordial bienvenida a la señorita
Helena. Haré todo lo posible por cumplir con tu encargo, pero no te puedo prometer absolutamente nada ya que, como sabrás, la naturaleza especialmente escurridiza de Merengón_Rojo cuando de concertar una cita en carne y güeso se trata convierte en cualquier cosa menos en garantizada la posibilidad de que nos veamos. Más nos valdrá encomendarnos a la cobertura del móvil de Diana...
Muy buenas a su amada y calurosa malaga.
Cuando escribo esto ya te he visto, has estao en el Unicaja, has meneao tu bufanda como de costumbre y le has dado el coñazo a mititilla rastiman; en fin, como ves aqui todo va igual que antes, excepto que el Unicaja tiene un pivot en condiciones (de Garbacrak ya ni hablamos)
Un abrazo!
Aprovecho para resolver la duda que yo mismo había planteado en el hilo inicial. Si alguien quiere comprobar lo que es un gafe de verdad, que entre en este hilo.
Por cierto, tengo que decir que, un par de ordenadores a mi derecha, hay un sujeto canturreando que me está poniendo de los nervios; es el típico arrullo constante y monocorde que apenas cambia de nota. Eso que a uno le parece un ruido casi inexistente y que hace inconscientemente, pero que al resto del planeta se le convierte en extraordinariamente molesto. Uno, dos y tres; cuatro, cinco y seis; yo me calmaré, todos lo veréis...
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